Los domingos, los paseos, por ahora, son paseos. Y en los paseos, sin las prisas de llegar, la mente se permite recibir. Y en el recibidor, copa en mano, aguardan las dudas. Las dudas, tan amigas de quien no cree. Tan necesarias, tan valientes.
Hoy, con las dudas vienen los temores. Si hago esto público, ¿qué más me cabe esperar? Los obstáculos se multiplicarán, no me facilitarán nada. El enfrentamiento es lo que tiene. ¿Podré volver? ¿Quiero volver?
Sin miedo. Continuamos.
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